lunes, 20 de abril de 2009

El Fapas marca buitres en Asturias para conocer el impacto de parques eólicos


El Fapas marca 10 buitres para conocer sus movimientos en los territorios donde hay instalados parques eólicos en Asturias.

La población de buitres que habita en Asturias, continúa con su proceso de expansión sobre las montañas cantábricas. Si en los años 80, la única población de buitres habitaba exclusivamente en los picos de Europa, a finales de la década de los años 90, los buitres comenzaron a criar en el Valle del Oso, en la parte central asturiana.

Desde hace unos años, los buitres también han comenzado a reproducirse en el interior del parque natural de Somiedo, donde se estima puede haber de 3 a 4 parejas criando en este año 2009.

Los buitres poseen pocos niveles de riesgo, por ello su reproducción es muy escasa, solo un huevo por año y pareja reproductora. Compensan esta baja tasa de reproducción con una alta longevidad, pues se calcula que los buitres pueden llegar a vivir en libertad hasta sesenta años.

El uso de veneno ha sido la causa por la que los buitres estuvieron a punto de extinguirse como reproductores en la década de los setenta, tal como sucedió con el quebrantahuesos. Sin embargo, los intensos esfuerzos por conservar a esta especie carroñera de gran valor ecológico se vieron recompensados con la pronta recuperación de los efectivos que habitan en el norte cantábrico, principalmente las regiones de Asturias y Cantabria.

Durante los últimos años, los buitres volvieron a tener problemas para garantizar su supervivencia. Desde hace unos años, los envenenamientos ilegales en la montaña han originado algunas muertes de buitres. Sin embargo, el mayor problema para su supervivencia parece haberse derivado de la aplicación de la normativa europea que ha prohibido la presencia de las carroñas de animales domésticos en las montañas. Es por ello que el FAPAS recurrió a abrir de nuevo los comederos para alimentar a estas aves con despojos de mataderos.

Desde que en Asturias se han instalado los parques eólicos para generar energía de manera renovable, algunos ejemplares de buitre han muerto al colisionar con las grandes aspas de los generadores. Normalmente, los parques eólicos están situados en las cumbres de las montañas para aprovechar la intensidad del aire. Esta misma estrategia es utilizada por los buitres, grandes aves planeadoras que utilizan las corrientes de aire de las montañas para elevarse y llegar a recorrer grandes distancias.


Captura y marcaje
Para conocer mejor los movimientos de los buitres en sus zonas de campeo y búsqueda de alimento, el FAPAS ha marcado diez ejemplares de buitre leonado con marcas alares, unas láminas plásticas de alta visibilidad que permiten identificar a los buitres mientras están volando.

También y con la colaboración de la empresa Tragsega, se ha colocado a un buitre un emisor que trasmite señales vía satélite y son recibidas en los monitores de seguimiento, lo que permite conocer con mayor detalle y efectividad los recorridos que realiza este ejemplar, al cual se le ha extraído sangre para realizar un análisis y determinar su sexo.




La conservación de los buitres no es incompatible -de momento- con ninguno de los parques eólicos instalados en Asturias, pero es necesario conocer mejor sus desplazamientos y distribución para encontrar soluciones en caso de que se vayan a instalar nuevos parques que sí puedan afectar a la supervivencia de estas aves, o para el caso de aquellos ya instalados que puedan causar muertes de buitres, como ya ha sucedido en alguna ocasión.


Más información: www.fapas.es

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