Es la decana de las publicaciones educativas gratuitas sobre medio ambiente
A finales de 2000 se repartió el número 1 de El Correo del Medio Ambiente, la publicación que informa y educa en el respeto al medio ambiente. Empezaba así una apuesta arriesgada y pionera de educación ambiental, emprendida por dos pequeñas ONG, la Federación de clubes Conocer y Proteger la Naturaleza (FCPN) y la Asociación Reforesta.
El proyecto era ambicioso: lanzar un periódico destinado al público en general, que contribuyera a cubrir el vacío de información ambiental. Un vacío que no era el resultado únicamente de la tan manida desidia de las Administraciones Públicas, ni siquiera del desinterés de los medios de comunicación, sino de la actitud distante de los españoles hacia una problemática cuya trascendencia no acababan de percibir. Efectivamente, ya en aquel entonces algunas encuestas revelaban que, si ya era escaso el índice de lectura de periódicos, más aún lo era la búsqueda proactiva de información ambiental, a pesar de que internet estaba ya plenamente operativa. Por eso Reforesta y FCPN decidieron dar un paso más: llevar la información a la mano de los ciudadanos.
Y así comenzó la aventura, imprimiendo 6.000 ejemplares en blanco y negro, que empezamos a depositar en fardos en distintas facultades de universidades madrileñas. El número 6, todavía en blanco y negro, fue el primero en formato tabloide e impreso en papel prensa en rotativa. Era un monográfico sobre ecoturismo en el que echamos el resto, porque imprimimos 25.000 ejemplares. En el número 10 introdujimos el color. La tirada se mantuvo en 10.000 ejemplares entre el número 7 y el 13, porque a partir del 15 y hasta el 20 distribuimos, según certificó OJD-PDG, 19.603 periódicos de cada número. A partir de entonces la media distribuida fue de 15.000.
A lo largo de estos 10 años y 40 números hemos puesto en la calle 600.000 ejemplares, depositados en facultades, herbolarios, comercios ecológicos, restaurantes vegetarianos, centros juveniles, centros de naturaleza o, directamente, entregados en mano a viandantes de la ciudad de Madrid. Aunque la distribución se ha realizado sobre todo en la Comunidad de Madrid, gracias a los voluntarios y voluntarias de la red de asociaciones CPN, El Correo del Medio Ambiente ha llegado también a Badajoz, Barcelona, Cádiz, Cuenca, Gandía, Huelva, Sevilla, Toledo, Vitoria y Zaragoza. Y, además, como está disponible en pdf en www.reforesta.es y www.fcpn.es, puede llegar a cualquier rincón del planeta.
Cada número sale con entre 16 y 20 páginas, y hemos realizado monográficos sobre salud y medio ambiente, cambio climático, ciudades sostenibles, formación ambiental, ecoturismo, voluntariado y biodiversidad.
Hemos recibido siete premios y distinciones por nuestra labor, otorgados por WWF, Ecovidrio, La Fundación Doñana 21, los ayuntamientos de Madrid y Sevilla y la Comunidad de Madrid.
Estos días estamos repartiendo el número 40, nuestro segundo especial sobre biodiversidad, y ahora nos toca decir hasta luego.
Los recursos no dan para asegurar una periodicidad y, de ahora en adelante, El Correo del Medio Ambiente aparecerá “por sorpresa”. Hemos cerrado un ciclo, hemos hecho un esfuerzo ciclópeo en relación con nuestras posibilidades. Estamos satisfechos y, al mismo tiempo, nos queda la duda de hasta dónde hubiera podido llegar una iniciativa como El Correo del Medio Ambiente si, en lugar de contar sólo con los recursos de dos modestas ONG, hubiera sido auspiciada e impulsada coordinadamente por las grandes organizaciones del movimiento ecologista. Creemos que, de haber sido así, la conciencia ambiental en España estaría en otro nivel.
No queremos despedirnos sin antes agradecer el apoyo a quienes han estado a nuestro lado: a lectores, anunciantes, gabinetes de comunicación de empresas, administraciones y ONG, a las instituciones que han reconocido nuestra labor y, muy especialmente, al INJUVE y a la Comunidad de Madrid, que han brindado apoyo financiero durante todo este tiempo. A todos ellos, hasta luego …
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