Durante la próxima primavera se realiza en Andalucía el Programa ANDARRIOS, que tiene como objetivo fundamental la promoción de la participación e implicación activa de la sociedad en la evaluación, en la conservación y mejora de los ecosistemas fluviales. Este proyecto está impulsado desde la Dirección General de Desarrollo Sostenible e Información Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente, en colaboración con la Agencia Andaluza del Agua y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. CPN- COCN participa, en la provincia de Cádiz, junto con otros 12 grupos de voluntariado, que revisan un total de 18 tramos de ríos en dicha provincia. CPN- COCN revisa el río Palmones (Algeciras), durante la mañana del día 27 de marzo.
Desde Andarríos se pretende ayudar a cambiar la manera actual de pensar, valorar y usar nuestros ríos en el marco de la propuesta de la Nueva Cultura del Agua.
Andalucía cuenta con una extensa red hidrográfica, de aproximadamente unos 46.000 Km., estando el 62% de la misma dentro de algún espacio protegido. La región cuenta con cinco grandes cuencas intracomunitarias, definidas con el fin de facilitar la gestión los ríos andaluces: Guadalquivir, Segura, Guadiana I, Mediterránea Andaluza y Atlántica Andaluza.
Tradicionalmente se han considerado a los ríos como corrientes de agua continua, más menos caudalosas, que van a desembocar en otras corrientes de este tipo o en el mar. Desde una perspectiva genérica nos referimos a corrientes de agua naturales como ríos, arroyos, manantiales... Pero un río es mucho más.
Estas corrientes son algo más que un espacio o un volumen de agua, ya que cumplen múltiples funciones como transportar agua y materiales sólidos, soportar hábitats en los que viven numerosas comunidades animales y vegetales, funcionar como corredores ecológicos, proporcionar belleza a los paisajes y servir de lugar de ocio.
También debemos destacar el papel fundamental que han jugado en el desarrollo de las poblaciones humanas que se han abastecido de su agua, se han servido de sus suelos fértiles, han sido usados como fuente de energía...
La calidad de las riberas andaluzas presenta valores intermedios, pues se equilibra el porcentaje de ríos con riberas degradadas y conservadas. Según el Plan Director de Riberas de Andalucía, el 17% de las riberas no presentan degradación alguna (estado natural), valor que se complementa con el 32% que presentan calidad buena (perturbaciones ligeras). En el estado opuesto se encuentran las riberas degradadas con un 31%, que se distribuyen en un 11% con calidad pésima y un 20% con calidad mala. El resto, un 20%, lo comprenden un caso intermedio, las riberas con calidad aceptable.
Desde hace décadas, nuestra relación con los ecosistemas fluviales es, cuando menos, contradictoria. Por un lado, pretendemos que continúen cumpliendo su función social, ecológica y económica pero, por otro lado, nuestros usos están superando ampliamente su capacidad de recuperación. De forma que se está perdiendo, en muchos casos, no sólo riqueza biológica, fuente de recursos, valor paisajístico y potencialidad para el ocio y la educación, sino también diversas funciones ecológicas muy beneficiosas.
Aunque las iniciativas de este programa fomentan la participación de asociaciones, comunidad escolar y ayuntamientos andaluces, la presente convocatoria se dirige a aquellas asociaciones que deseen colaborar, desde el marco del voluntariado ambiental, en el desarrollo de nuevas vías de participación para promover el conocimiento, la valoración social y la recuperación de nuestros ecosistemas fluviales.
Las entidades participantes se comprometen a la adopción de uno o varios tramos de río de hasta 1 km. de longitud y a cumplimentar -al principio de la actividad- la Ficha de tramo, una sola vez por cada tramo adoptado, al objeto de ubicar y describir el área del río que se va a evaluar. Estos tramos deben ser de fácil acceso y no revestir peligrosidad alguna. Las asociaciones participantes deben designar un/a coordinador/a y un equipo de al menos cinco personas que desarrollen la actividad. Una vez constituido el equipo se cumplimentará un listado de voluntarios participantes para realizar el seguro de la actividad.
Posteriormente, al menos una vez al año, durante los meses de primavera, cada entidad desarrollará una jornada de diagnóstico apoyándose en el material facilitado, cumplimentando a tal efecto la Ficha de datos, de donde se obtendrá información sobre la calidad ambiental del río (parámetros físicos, químicos, biológicos e impactos ambientales).
Con la información aportada se elaborará anualmente un informe-memoria que se hace llegar a todas las entidades participantes y se hace público. Con anterioridad a la puesta en marcha de esta actividad, se realizó un encuentro informativo, en el que se facilitó todo el material de apoyo a la actividad.
Asimismo desde este programa se promueve la realización de acciones prácticas de mejora y conservación de los ecosistemas fluviales. A los grupos participantes en la campaña se les facilita desde la Consejería de Medio Ambiente el siguiente material: Fichas de tramo y de datos y Protocolo de diagnóstico. Guía de acción voluntaria "Conservación de ríos". Mochila, incluyendo material necesario para diagnóstico ambiental. Cuaderno de identificación de especies.
Si quieres participar, llama al teléfono 620.761.398
Más información: http://cocn.tarifainfo.com/spip/spip.php?article98
Desde Andarríos se pretende ayudar a cambiar la manera actual de pensar, valorar y usar nuestros ríos en el marco de la propuesta de la Nueva Cultura del Agua.
Andalucía cuenta con una extensa red hidrográfica, de aproximadamente unos 46.000 Km., estando el 62% de la misma dentro de algún espacio protegido. La región cuenta con cinco grandes cuencas intracomunitarias, definidas con el fin de facilitar la gestión los ríos andaluces: Guadalquivir, Segura, Guadiana I, Mediterránea Andaluza y Atlántica Andaluza.
Tradicionalmente se han considerado a los ríos como corrientes de agua continua, más menos caudalosas, que van a desembocar en otras corrientes de este tipo o en el mar. Desde una perspectiva genérica nos referimos a corrientes de agua naturales como ríos, arroyos, manantiales... Pero un río es mucho más.
Estas corrientes son algo más que un espacio o un volumen de agua, ya que cumplen múltiples funciones como transportar agua y materiales sólidos, soportar hábitats en los que viven numerosas comunidades animales y vegetales, funcionar como corredores ecológicos, proporcionar belleza a los paisajes y servir de lugar de ocio.
También debemos destacar el papel fundamental que han jugado en el desarrollo de las poblaciones humanas que se han abastecido de su agua, se han servido de sus suelos fértiles, han sido usados como fuente de energía...
La calidad de las riberas andaluzas presenta valores intermedios, pues se equilibra el porcentaje de ríos con riberas degradadas y conservadas. Según el Plan Director de Riberas de Andalucía, el 17% de las riberas no presentan degradación alguna (estado natural), valor que se complementa con el 32% que presentan calidad buena (perturbaciones ligeras). En el estado opuesto se encuentran las riberas degradadas con un 31%, que se distribuyen en un 11% con calidad pésima y un 20% con calidad mala. El resto, un 20%, lo comprenden un caso intermedio, las riberas con calidad aceptable.
Desde hace décadas, nuestra relación con los ecosistemas fluviales es, cuando menos, contradictoria. Por un lado, pretendemos que continúen cumpliendo su función social, ecológica y económica pero, por otro lado, nuestros usos están superando ampliamente su capacidad de recuperación. De forma que se está perdiendo, en muchos casos, no sólo riqueza biológica, fuente de recursos, valor paisajístico y potencialidad para el ocio y la educación, sino también diversas funciones ecológicas muy beneficiosas.
Aunque las iniciativas de este programa fomentan la participación de asociaciones, comunidad escolar y ayuntamientos andaluces, la presente convocatoria se dirige a aquellas asociaciones que deseen colaborar, desde el marco del voluntariado ambiental, en el desarrollo de nuevas vías de participación para promover el conocimiento, la valoración social y la recuperación de nuestros ecosistemas fluviales.
Las entidades participantes se comprometen a la adopción de uno o varios tramos de río de hasta 1 km. de longitud y a cumplimentar -al principio de la actividad- la Ficha de tramo, una sola vez por cada tramo adoptado, al objeto de ubicar y describir el área del río que se va a evaluar. Estos tramos deben ser de fácil acceso y no revestir peligrosidad alguna. Las asociaciones participantes deben designar un/a coordinador/a y un equipo de al menos cinco personas que desarrollen la actividad. Una vez constituido el equipo se cumplimentará un listado de voluntarios participantes para realizar el seguro de la actividad.
Posteriormente, al menos una vez al año, durante los meses de primavera, cada entidad desarrollará una jornada de diagnóstico apoyándose en el material facilitado, cumplimentando a tal efecto la Ficha de datos, de donde se obtendrá información sobre la calidad ambiental del río (parámetros físicos, químicos, biológicos e impactos ambientales).
Con la información aportada se elaborará anualmente un informe-memoria que se hace llegar a todas las entidades participantes y se hace público. Con anterioridad a la puesta en marcha de esta actividad, se realizó un encuentro informativo, en el que se facilitó todo el material de apoyo a la actividad.
Asimismo desde este programa se promueve la realización de acciones prácticas de mejora y conservación de los ecosistemas fluviales. A los grupos participantes en la campaña se les facilita desde la Consejería de Medio Ambiente el siguiente material: Fichas de tramo y de datos y Protocolo de diagnóstico. Guía de acción voluntaria "Conservación de ríos". Mochila, incluyendo material necesario para diagnóstico ambiental. Cuaderno de identificación de especies.
Si quieres participar, llama al teléfono 620.761.398
Más información: http://cocn.tarifainfo.com/spip/spip.php?article98
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